Es otro día en la mañana. Las cobijas están algo calientes y piensas que si es necesario levantarse temprano otro día. Sin embargo, no lo piensas más: con los primeros rayos del sol, le dices adiós a la flojera matutina.
Estiras tu cuerpo mientras te preparas para hacer un par de ejercicios. ¿Vale la pena hacer estas rutinas? ¿Existe algún beneficio en la actividad física?
La respuesta es sí.
Está comprobado que el ejercicio ayuda significativamente en la disminución de enfermedades cardiovasculares. Estas enfermedades ─en nuestra actualidad tan rápida y cambiante─ se constituyen en la principal causa de muerte en el mundo.
Según la OMS, representa el 12.8% de fallecimientos a nivel mundial.
Razones
Los motivos saltan a la vista: el estilo de vida hoy día aumenta los índices de esta enfermedad. Su incremento se debe sobre todo a:
1-El consumo de cigarrillo es perjudicial para el funcionamiento del cuerpo en general.
2-Una alimentación llena de grasas, azúcares, sal con poca ingesta de cereales y frutos va deteriorando el organismo.
3-El sedentarismo es la llave que abre la puerta de las enfermedades cardiovasculares.
Beneficios del ejercicio físico
En algunos es un esfuerzo de otro mundo tener una rutina de ejercicios. Para otros es solo una moda o también solo una forma para verse bien.
Sin embargo, los beneficios van más allá de la moda o del estilo, porque, gracias a la actividad física se reduce a la mitad el riesgo de afectaciones cardíacas. Además:
- Se queman las calorías ingeridas. Esto proporciona un equilibrio energético óptimo entre lo que se come y lo que se elimina.
- El corazón se fortalece y se bombea mejor la sangre. Se desarrolla la resistencia y fuerza.
- Adiós a los trombos y coágulos.
- Mejora la presión arterial.
- Se produce el llamado colesterol bueno y disminuye la concentración del colesterol malo; es decir, los depósitos grasos en arterias presentan descensos.
¿Por dónde empiezo?
Uno de los mayores obstáculos es iniciar. Lo nuevo suele ser evitado, y en el ejercicio físico muchas personas piensan en el cansancio que van a tener o que deben dedicar demasiadas horas dentro de un gimnasio.
¡Nada más alejado de la realidad! Como es un hábito, lo mejor es comenzar con pequeños pasos para ir adaptándose.
Lo ideal es tener, al menos, 30 minutos semanales de ejercicio. No obstante, para algunos será un tiempo muy extenso. Para ellos, se puede empezar con solo 5 minutos diarios, que se aumentarán de forma progresiva: 5 minutos cada semana hasta completar los 30 minutos.
Por otro lado, para el sistema cardiovascular son recomendables los ejercicios aeróbicos. Algunos ejemplos son caminar con paso rápido, correr, nadar, bailar, montar bicicleta o subir escaleras.
Por último, si alguien ha sufrido un infarto, se debe evitar alzar pesas y deportes como el tenis o fútbol ya que elevan la presión arterial.
Últimas recomendaciones
El complemento perfecto de una rutina de ejercicios es una dieta saludable. Para ello, mantén una dieta con considerable ingesta de frutas y verduras.
No olvides agregar legumbres y cereales. Además, disminuye el consumo de azúcares, sal y grasa.
Ahora, cada vez que te levantes en la mañana, recuerda que más que una moda, es la salud la que está en juego. ¡Siempre vale la pena un hábito saludable!